No quiso la nieve perderse la llegada de la primavera. Al mismo tiempo el calendario daba entrada a la nueva estación, los termómetros daban un bajonazo que propició la caida inesperada de la nieve en Baza. El día antes sol, casi calor, hasta que la tarde empezó a cambiar anticipando que lo que anunciaban lo meteorólogos podía ocurrir. El Jabalcón, la Atalaya, la sierra y nuestra vega nos ofrecieron en la estación de las flores, ocasión para conseguir las últimas fotos del año con vestido blanco. Mis habas otra vez con las "orejas caídas", y ya van dos veces entre los hielos de febrero y la nieve de ahora. Esperemos poder probarlas a últimos de abril o primeros de mayo, y las "papas", recien sembradas sí creo que han agradecido el inesperado manto. El tiempo lo dirá.
No quiso la nieve perderse la llegada de la primavera. Al mismo tiempo el calendario daba entrada a la nueva estación, los termómetros daban un bajonazo que propició la caida inesperada de la nieve en Baza. El día antes sol, casi calor, hasta que la tarde empezó a cambiar anticipando que lo que anunciaban lo meteorólogos podía ocurrir. El Jabalcón, la Atalaya, la sierra y nuestra vega nos ofrecieron en la estación de las flores, ocasión para conseguir las últimas fotos del año con vestido blanco. Mis habas otra vez con las "orejas caídas", y ya van dos veces entre los hielos de febrero y la nieve de ahora. Esperemos poder probarlas a últimos de abril o primeros de mayo, y las "papas", recien sembradas sí creo que han agradecido el inesperado manto. El tiempo lo dirá.
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