Bajo un día soleado auténtico de invierno,
Cayetano con un grupo de amigos más nos hemos adentrado en uno de los parajes más atractivos de nuestra comarca, y a sólo quince minutos de
Baza. Hablamos de
Baul, uno de los anejos de nuestra localidad que para la mayoría del grupo era desconocido, ya que se suele visitar el núcleo de población y no los alrededores. El objetivo principal es el puente del ferrocarril, datado de 1907 y atribuido a
Eiffel. La impresionante construcción de hierro sobre el
Barranco de Baul deja boquiabierto al que lo ve, la solidez de su estructura y la altura sobre el cauce lo convierte en un destino de obligada visita, ¡No os lo perdáis¡. A continuación,cruzando el
Barranco de Valdiquín, y buscando la
Vereda de los Balcones llegamos a este pequeño núcleo que refuerza aún más al opinión de que hay lugares de nuestro municipio que sería obligado conocer por parte de todos los bastetanos. La ermita de la
Virgen de la Milagrosa y
"las cuevas colgantes" bien merecen la pena.Una vez más el "cortado" nos obliga a realizar un descenso-ascenso pero no importa, todo lo que aparece ante nuestros ojos nos anima a seguir adelante.
Las Cuevas de la Tía Piedad, que para nosotros son de
Juanico Yeste, modelo de restauración acertada serán algo a recomendar cuando estén a disposición de los clientes que busquen un lugar de descanso y recogimiento inigualable. Desde ahí, una vez en el llano se inicia el camino de vuelta por la
Vereda de la Acequia de los Puntales hasta la estación de Baúl, justo para llegar
"a las dos en el abrevadero". Un lujo de paseo que se volverá a repetir para los que no han podido hacerlo hoy.
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