-3º marcaba el termómetro cuando nos pusimos en marcha a eso de las diez de la mañana desde la Playa de Freila. Confiados en las previsiones de sol, algunos hemos andado ligeros de ropa de abrigo y no hemos valorado el efecto de la humedad y las bajas temperaturas nocturnas pero bueno, con ánimos y energía, todo se supera. Nuestro destino era llegar a la Torre de Maruq desde la Playa de Freila, atravesando la Rambla de Freila y el Barrando de Hornos. Sobre el papel, ya ofrecía el recorrido sus dudas, así que una vez que nos hemos puesto en marcha sólo era cuestión de confirmarlo. La primera rambla, la de Freila, la hemos cruzado con alguna dificultad, ya que el agua del pantano asciende por ella complicando su tránsito. El problema ha llegado al intentar cruzar el Barranco de Hornos, el agua, la espesa vegetación y los empinados cerros han puesto fin a la aventura, por lo menos en cuanto a finalizar el recorrido previsto se refiere. La senda acaba en un punto del que sólo se puede salir dando marcha atrás, así que eso hemos hecho. El buen humor y algún que otro cachondeillo ha tenido que aguantar el guía, por el "corralito" como solemos llamar a estos "pinchazos·, pero eso es lo que toca. También hay que pensar en animar las mañanas dominicales a los satélites que con tanta atención nos siguen, extrañándose de las indescriptibles figuras que describimos en nuestros itinerarios (jejejejej). Bueno, después de un agradable almuerzo, al sol, entre pinos y a la orilla del pantano hemos vuelto al punto de partida.
La mañana no podía acabar así, de modo que la guinda ha sido la visita al mirador de Cuevas del Campo, desde el que se dominan unas impresionantes vistas de "cinco estrellas". Este balcón natural sobre el pantano, es de obligada visita para todo amante de los paisajes, o dicho de otro modo, para todos.En definitiva,...Torre no conseguida ¡¡, pero lo hemos pasado bien, que es de lo que se trata.
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