Rutas por la Comarca de Baza: Itinerario de Bernal Francés

Torre de la Atalaya


Sola estoy en mi casa
Namorando mi cojín;
¿Quién será ese caballero
 que a mi puerta dice “Abrid”?
-Soy Bernal Francés , señora,
el que te suele servir
por la noche en la cama
por el día en el jardín.
(Fragmento del romance de Bernal Francés, anónimo S.XV)

Restos del Fortín de Bernal Francés


El capitán general de la guardia Real de los Reyes Católicos ha sido el personaje de la mañana. Este destacado soldado que estuvo en la toma de Baza por las tropas cristianas en 1489 y cuyo nombre ha titulado un castillo o torre, una fuente, una acequia y  un pago en los primeros momentos de la Baza cristiana ha dado juego para nuestro recorrido. Iniciamos la marcha  por la Cuesta del Francés hacia la Torre de la Atalaya que ya habíamos visitado hace unos años, pero no era ese el objetivo. Realmente queríamos llegar hasta allí, que no es fácil, para localizar el Fortín del Francés y a partir de ahí seguir la muralla cristiana que se construyó en la toma de nuestra ciudad para impedir el aprovisionamiento de sus habitantes desde Guadix. Esta muralla de más de tres kilómetros discurre por la cuerda de los cerros de la Atalaya hasta llegar a las inmediaciones de las Siete Fuentes. Los restos en algunos casos se pierden entre los espartales que abundan en los alrededores, pero con un poco de voluntad no es difícil seguir.
Restos de la Muralla o Cerca de la Atalaya


 La  mañana de intenso aire, nos ha obligado a arroparnos hasta las orejas, y el  interés por conocer datos curiosos de nuestra historia y patearnos sus escenarios ha facilitado bastante la tarea que nos habíamos propuesto. Nuestra querida Sierra de Baza, nevada, y las impresionantes vistas de la ciudad han dado “un toque especial” a la caminata. Con ese “sube y baja” de cerros, nos hemos colocado después de casi cuatro horas de marcha en el barranco que hay encima de las cuevas de las Siete Fuentes. La siguiente parada ha sido la Fuente de Bernal Francés, hoy conocida por todos como Fuente de San Juan, con la penosa imagen que ofrece de sequedad, para los que la hemos conocido como uno de los más espléndidos manantiales de la comarca. Como íbamos justos de tiempo, no hemos tenido más remedio que acercarnos al Abrevadero, pero ahí no acaba la cosa. Con las prisas no nos hemos detenido en el último fortín que construyeron los bastetanos para salvaguardar la Fuente Almohacen ( la misma Fuente de San Juan) para evitar que cayese en manos de  las tropas sitiadoras de los Reyes Católicos. Estos restos están en el conocido Cortijo de la Pava y para no dejarnos “deberes sin hacer”, hemos vuelto a primeras horas de la tarde a visitarlos.



Cortijo de la Pava, con restos del Fortín

Restos del Fortín de la Fuente del Almohacen




Curiosa imagen de nuestras Cuevas 
El hecho de poder ver los últimos vestigios de nuestra historia y disfrutar de las vistas de Baza desde la falda de las Piedras Rodadas ha recompensado la renuncia de la “cabezadita” de la tarde dominical. En definitiva, una esforzada caminata que los/las andarines de A las dos en el abrevadero han resuelto con mucho coraje y “buen rollo”, siendo benévolos conmigo una vez más por dejarse meter en este tipo de “berenjenales”. Un aplauso para todos ellos.

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