La foto no puede igualar a la realidad |
La dificultad que hemos tenido
para acercarnos con los coches al punto de salida, situado en el Collado del Laude, nos ha obligado a
añadirle un par de kilómetros más para llegar al cartel informativo de la ruta.
Antes de cruzarlo hemos podido contemplar unas espectaculares paredes de roca
caliza y con posterioridad un impresionante balcón desde el que se divisaban
todas las sierras y poblaciones circundantes. Poco a poco se ha ido ascendiendo
por la empinada vereda frente al Pinar
de las Potras y así hasta los prados
naturales del Buitre. Los pinos salgareños, de formas singulares que nos
acompañaban han ido dando paso a claros ejemplos de vegetación de alta montaña,
de pequeño porte, como los piornales o cojines de monja de forma almohadillada.
El ascenso, bien merece un
desvío, a nuestra izquierda, para contemplar de cerca Cuevas Bermejas (también llamada Cueva de los Arcos), un pequeño
arco que sirve de abrigo al ganado. En este punto ya empezamos a ver, a nuestra
derecha el Cerro del Buitre, y hacia
nuestra izquierda y al fondo el Cerro
Tejos.
Tornajos del Buitre |
Hemos seguido ascendiendo,
dejando a nuestra izquierda el Refugio de los Prados del Buitre hasta los
Tornajos del Buitre, encontrándonos en su parte alta una pequeña fuente de agua
demasiado fresquita y cristalina. Protegiéndonos del aire, la vista se nos iba,
según la dirección que tomásemos a Granada, Jaén o Almería. El descenso lo
hemos realizado por el Barranco de los
Quemados, con sumo cuidado por los escurrizones que íbamos pegando. Así
poco a poco hemos llegado al punto de salida, pero ahí no acaba la historia.
Una vez que nos hemos encontrado en Castril, y reagrupado con las andarinas que
se habían quedado en los alrededores del pueblo, tocaba uno de los momentos más
agradables de la mañana. Gregorio había concertado la comida en el restaurante Emilio. En un ambiente
familiar y acogedor nos han preparado una “pepitoria” que nos ha quitado el
sentido, y después unos huevos revueltos con almejas y gambas que no se
quedaban atrás. En definitiva, la ruta excepcional, los amigos de Huéscar
Gregorio, Pasión, Concha,Elena, Manolo y Rafael, todo un lujo. Además hoy nos
han acompañado casi la totalidad de “las Martínez” y algunas de sus amigas y
allegados a los que saludamos. Los andarines de A las dos en el abrevadero,
aunque hoy hemos llegado a las tres, podemos decir como siempre: ¡¡Ruta y buen
día, conseguidos¡¡
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