Subir a las cimas de dos mil metros de nuestra sierra siempre es gratificante, la sensación de sentirse en el techo de nuestra querida comarca es muy agradable y disfrutar de una mañana limpia de nubes, que te permita ver las tierras de Guadix y toda sierra Nevada aún más. Hoy lo hemos vivido en el ascenso al Peñon de la Lechera y el Collado de Padilla. Ha sido un recorrido de subi-bajas muy exigente pero los andarines de A las dos en el abrevadero han demostrado buen estado físico para afrontar cualquier dificultad. Desde el kilómetro veinte de la carretera de Escúllar nos hemos adentrado por un cortafuegos hasta la Lechera y desde ahí hemos descendido hasta el arroyo de Bodurria, prácticamente en sus orígenes. Desde ahí de nuevo el ascenso por el barranco del Aguardentero hasta de nuevo encontrarnos con la carretera GR-8101, que hemos cruzado para coger el camino que conduce a Tablas.
Después de un buen trecho lo hemos abandonado para "escalar" el arroyo de Vinagre, que nos ha sorprendido por la cantidad tan enorme de pinos destrozados por los efectos de la naturaleza, quizá por el viento o por la nieve, pero sea lo que sea produce un paisaje verdaderamente desolador. Desde ahí hemos llegado al último reto, el collado de Padilla, desde donde se divisan todos nuestros "calares" como si los tuviéramos al alcance de la mano. Una nueva ruta abierta por el grupo y que como otras, nos está dando la oportunidad de ir conociendo en profundidad nuestra sierra. Como no podía ser menos, hemos "repostado" en el abrevadero, en esta ocasión invitados por Piedad y Alfonso a una fresca cerveza y unos buenos tragos de vino el "Bancal". Buen comienzo de semana Santa y buena ruta, eso sí, esta tarde creo que más de uno estamos "molidos", pero recuperaremos para el domingo que viene.
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