Rutas de A las dos en el abrevadero: Barranco de las sabinas-Guazalamanco

Jabalcón desde el barranco de las Sabinas

Cascada del Dique

    La ruta de ayer por las inmediaciones del pantano de la Bolera incluía tres partes bien diferenciadas, el Barranco de las Sabinas, la Cascada de la Nava y Guazalamanco. Desde el Hornico iniciamos el sendero con fuertes subidas flanqueados por pinos, encinas y sabinas que le dan el nombre al impresionante barranco. Las formaciones calizas que aparecen a un lado y a otro, y la visión de buitres el lo alto de las mismas hicieron que el esfuerzo se atenuara de forma  notable o que por lo menos nos distrajera la atención.

En pleno ascenso 

Paso a paso salvamos casi cuatrocientos metros de desnivel hasta llegar a todo lo alto, desde donde disfrutamos de unas excelentes vistas del barranco con las llanuras bastetanas al fondo, con el Jabalcón como elemento más distinguido. A partir de ahí comienza la segunda parte, descendiendo hasta llegar a un cortijo derruido que nos impresionó por la ubicación y por los sillares de una piedra típica del lugar llamada "toba" que en su día formaron sus sólidas paredes, se trata del la casa forestal de Prado Redondo donde ,según la información de algunos senderistas, venía Franco a "pelar la pava" y no digo más (jejejeje).

Casa forestal Prado Redondo

Camino a bajo llegamos a uno de los rincones más bonitos de todos estos parajes, la Cascada de la Nava, un salto de agua sobre un pequeño lago de piedra caliza que asombra a los visitantes, y a partir de ahí de nuevo un sendero entre tomillos nos va acercando al arroyo Guazalamanco. El frescor de la tarde y el murmullo del agua nos hace mucho más relajante el camino hasta llegar a la Cascada del Dique, escenario fotográfico ineludible. La ruta sigue en su último tramo con la visión del pantano de la Bolera por primera vez, pero la prisa por llegar al punto de salida cuando la noche empieza a caer impide un regreso más sosegado. En definitiva, un recorrido de primera categoría en todos los aspectos a sólo una hora de Baza, y una prueba más superada por los andarines de A las dos en el abrevadero que acabaron con una más que ganada cerveza veraniega.