Los badlands o 'malas tierras' son unas extensiones de paisajes áridos, de litología rica en arcillas y limos, erosionados por el agua y el viento y de escasa vegetación. Se encuentran además yesos y sedimentos que se acumularon durante años provenientes de las grandes cordilleras del entorno.
Hace más de 250 millones de años, el sureste peninsular actual era parte del mar. Mucho después, hace alrededor de 23 millones de años, los movimientos de las placas continentales provocaron que el mar desapareciera y en su lugar se generaron grandes lagos.El desplazamiento del agua de los lagos al levantarse las montañas aceleró la desecación de los lagos y la aparición de ríos y cuencas que son las que a lo largo de los milenios han erosionado la base de los badlands.
Hace tan solo 5 millones de años los badlands de la península
Ibérica se pueden considerar ya como parte del paisaje donde se establecieron
los primeros pobladores europeos tras su llegada y asentamiento en el noreste
granadino.
Los andarines del A las dos en el abrevadero hemos
disfrutado de este singular escenario, el sendero por la Rambla del Caballo y la Rambla de las Coberteras ha sido el
centro de nuestra atención, dejándonos multitud de barrancos por los que
merecería la pena entrar para otra ocasión.
Nos llaman mucho la atención unas formaciones geológicas en
forma de columnas de roca y arena que se han ido creando a lo largo de los
siglos por la erosión del agua y el viento. Se llaman chimeneas de hadas, y en
esta ruta hemos visto muchas. Las más significativas del mundo se encuentran en
Capadocia, (Turquía), el Cañón Bryce (EE. UU.), y en España, en las Bárdenas
Reales y por supuesto aquí en el Norte de Granada.
La vuelta de nuevo atravesando el Río Fardes hasta la localidad
de Villanueva de las Torres, nos deja la sensación de que nos dejamos mucho por
ver y que hay que trazar más rutas por estos lugares.
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