Hay veces que iniciamos una ruta y sabemos de dónde partimos y a donde llegamos, pero no lo que nos vamos a encontrar ni lo que veremos en el recorrido. Hoy ha sido un día de esos. Partimos de Rejano, aldea serrana de Caniles, con la intención de ver el efecto del otoño sobre el Arroyo de Balax y los barrancos que en el vuelcan, para ello iniciamos el ascenso por el arroyo hasta el punto en el que el sendero desaparece, iniciando el ascenso hacia el Este cruzando el Barranco de Gino, desde ahí se pueden ver los colores otoñales sobre los álamos y chopos del arroyo, una paz solamente interrumpida por algún disparo de los cazadores de perdices.
Casi a mil trescientos metros de altura, volvemos a cruzar el Balax para pasar por encima de la casa forestal del Cerrón, desde ahí, dejando la pista principal cogemos un pequeño sendero hasta los cortijos del Lugarillo y de las Greñas, o eso creemos, porque no tenemos constancia segura de su denominación, ejemplos de grandes poblados abandonados de los muchos que desgraciadamente van quedando en ruinas en nuestra Sierra. Después de un intenso ejercicio de subir y bajar cerros cruzamos el Barranco de la Canal y ya por pista forestal hasta el Molino del Lugarillo y de ahí a Rejano, donde el grupo se felicita por la intensa ruta conseguida.
Cortijos del Lugarillo. Detalle
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