RUTAS DE A LAS DOS EN EL ABREVADERO: RAMBLA DEL BAÚL-QUINTANA

 


Rambla del Baúl helada

La ruta de hoy ha discurrido por la Rambla del Baúl, en sentido ascendente desde la Venta del Baúl. La primera sorpresa ha sido ver el arroyo helado, algo que nos ha llamado la atención a los andarines en esta fría mañana de enero. Poco a poco y sin temerle a las bajas temperaturas, cruzando numerosas veces el cauce, hemos llegado a  la Fábrica de Pardo, en el S.XIX fue una fundición de plomo propiedad de D. Lúis Grisolía, vecino de Baza y de la que solo quedan algunos restos que ponen de manifiesto lo que en su día fue esta actividad de transformación minera. Siguiendo el barranco arriba llegamos a Quintana, un cortijo situado en un enclave envidiable para pastoreo y cultivo, frente al nacimiento del arroyo y que en su día fue propiedad del marqués de Guadalcázar y Conde de Arenales, desde donde podemos ver las cumbres nevadas del Calar de Santa Bárbara.

Ruinas de la Fábrica de Pardo





Cortijo de Quintana

Una vez que dejamos Quintana, iniciamos el descenso pasando por el Cortijo de las Piedras Rodadas y la Cueva de Saldaña, a donde dice la leyenda que subía el rey moro del Baúl a cazar lobos y osos. Desde ahí a La Carrasca, impresionante construcción de piedra que poco a poco se va desmoronando y donde en su día llegaron a vivir cuatro o cinco familias. . Los primeros datos nos dan como propietario al presbítero D. Antonio Vizcaino y un dato curioso es que desde esta propiedad bajaba por una tubería de hierro el agua para las máquinas del tren que se detenían en el apeadero del Baúl. Al lado hay una gruta natural que llegó a ser habitáculo humano, más bien un "chamizo" entonces llamado "albergue" por los funcionarios del censo de la época.



Ruinas de la Carrasca




Habitáculo que en su día fue vivienda junto a la Carrasca

Los senderistas, no sin dificultad, y para terminar la caminata buscamos la vereda que nos llevará por la Solana de la Caridad y el barranco que lleva su nombre hasta el depósito de aguas, y desde ahí al punto de partida.




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