Rambla del Baúl helada |
Ruinas de la Fábrica de Pardo |
Cortijo de Quintana |
Una vez que dejamos Quintana, iniciamos el descenso pasando por el Cortijo de las Piedras Rodadas y la Cueva de Saldaña, a donde dice la leyenda que subía el rey moro del Baúl a cazar lobos y osos. Desde ahí a La Carrasca, impresionante construcción de piedra que poco a poco se va desmoronando y donde en su día llegaron a vivir cuatro o cinco familias. . Los primeros datos nos dan como propietario al presbítero D. Antonio Vizcaino y un dato curioso es que desde esta propiedad bajaba por una tubería de hierro el agua para las máquinas del tren que se detenían en el apeadero del Baúl. Al lado hay una gruta natural que llegó a ser habitáculo humano, más bien un "chamizo" entonces llamado "albergue" por los funcionarios del censo de la época.
Ruinas de la Carrasca |
Habitáculo que en su día fue vivienda junto a la Carrasca |
Los senderistas, no sin dificultad, y para terminar la caminata buscamos la vereda que nos llevará por la Solana de la Caridad y el barranco que lleva su nombre hasta el depósito de aguas, y desde ahí al punto de partida.
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