El grupo de andarines de "A las dos en el abrevadero" hemos llevado a cabo una etapa dura pero que nos ha producido grandes satisfacciones. Iniciamos la caminata en la aldea de Aldeire perteneciente al municipio de Serón, a más de mil trescientos metros de altura ascendiendo hasta llegar al paraje donde se encuentra el árbol más grande de Andalucía, la Encina de la Peana ( Quercus Ilex), de casi 20 metros de altura y un perímetro de 6 metros. Tras reponer energía, retomamos la ruta pasando por la Cortijada del Serval, en fase de reconstrucción aunque ésta sea un poco discutible, y desde ahí hacia nuestro destino principal, la aldea de los Canos. Se sitúa en el Barranco de las Casillas y su origen se une a la actividad de los carboneros. Una concentración de edificaciones que parecen colgadas de la nada, situadas en distintos niveles entre los que apenas cabe el paso de una persona. Alguien denomina esta aldea como el Machu Pichu de los Filabres, y algún motivo hay para llamarlo así. Tras una detenida visita, tenemos que abandonar el lugar , y comprobamos que si difícil es llegar, más difícil es salir, solo la intuición y la seguridad de que Aldeire está aguas abajo nos marca el camino. Agotados, pero cientos de imágenes en la retina volvemos a punto de partida. Hemos visto uno de los lugares más impresionantes y perdidos de Filabres, recomendamos su visita pero con advertimos de la dificultad del terreno. Una jornada inolvidable.
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